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miércoles, 25 de julio de 2012

Lecciones de la crisis: 2) Los financieros quiebran los bancos. Los políticos, además, los gobiernos. Y los gobiernos acaban con los Estados

¿Y ahora don Mariano?, Puesss nada nada, que toca subir impuestosss a ver si cubrimosss todos los gastosss del estado.. No entiende, o no quiere entender, que así no hay salida, que la solución no es coger otro montón de dinero, dinero que no es gratis, que hay que devolver. Ese es el motivo que nos ha traído hasta aquí. Mucho dinero y barato. Sus ministros nos dicen que ya se ha hecho todo lo que estaba en nuestra mano y era posible hacer. Que ya no podemos ir más allá y que es la hora de que cumplan quienes nos han prometido "ayuda". ¿No entiende que cuando un avión está en dificultades en vuelo lo que hace es soltar lastre y no cargar mas combustible?, ¿Es que no sabe que 1.800 calorías por día son mas que suficientes para una persona con una actividad sedentaria, como la actual de su gobierno, que no hace ninguna actividad física, léase que no invierte?. Pero no, usted no piensa hacer un ajuste serio en las varias administraciones que acogotan al ciudadano que paga impuestos en cabeza de fila (si, perdone, usted y los demás funcionarios pagan impuestos por el salario que reciben que proviene, a su vez, de los impuestos pagados por los ciudadanos que pagan impuestos en cabeza de fila. He aquí un juego de palabras muy de su gusto. ¿O no?. Y no me copie, por favor, o le demandaré por derechos de autor, que estoy harto. Ese españolito que soporta la nómina de 450 mil políticos empleados en la Administración (350 mil mas que Alemania y el doble de Italia), forzada a pagar los gastos de 22 mil coches oficiales (en EEUU se las arreglan con mil), sin otro remedio que cubrir el coste de 3,1 millón de funcionarios públicos (un millón más que hace diez años), obligada a bancar con ... la verdad, me agota y me aburre seguir porque son datos publicados cada día en los medios y que usted conoce de sobra. Entonces, ¿Porqué no se ajusta usted primero el cinturón y de paso nos afloja el nuestro?. Lo más frustrante es comprobar que, siete meses después de acceder al gobierno, no tenía, ni tiene, un plan. Que todos sus ministros, a pesar de ser doctores, masteres, lehrman brothers y otros méritos, no tienen ni pajolera idea de lo que hay que hacer. Que los Consejos de ministros deben ser unas creativas reuniones de braimstorming de las que salen medidas, si quiere hasta bien intencionadas, pero en una única dirección: empobrecer aún más a una ciudadanía camino de los seis millones de desempleados. Decía Montesquieu que a los políticos debería temblarles la mano antes de sacar una nueva ley. No parece que le hacen mucho caso, si es que le han leído. Promulgan leyes improvisadas, las rectifican después, las retuercen, las anulan, las subordinan a otras posteriores ignorando siempre la vieja regla que dice que cada euro que se confisca al ciudadano a través de los impuestos, se queda en sesenta céntimos cuando vuelve al mercado en forma de servicios e inversiones. ¡Que negociazo! Nos habíamos acostumbrado, mas bien resignado, a los derroches del gobierno anterior, algo inherente a la demagogia socialista. Pero le votamos, don Mariano, para que pusiera orden en la caótica situación de las finanzas del estado porque ya demostró que sabía hacerlo, aunque a la vista está que no fue usted el artífice de aquel buen hacer, que no milagro. Se supone que, aunque en la oposición, sabían ustedes lo que los mangarrotas estaban haciendo, y no solo los mangarrotas socialistas, sino también los suyos, que controlaban la mitad del presupuesto nacional a través de los autonomias que gobernaban. ¿De verdad no sabían cuales eran las cuentas del estado?, ¿Para eso les hemos pagado durante ocho años?, ¿Que clase de control ejercían cada miércoles y en cada debate de la Nación?. Disculpe, pero yo no le creo. O es todo una gran farsa o una tomadura de pelo a los ciudadanos, o ambas al mismo tiempo. En cualquier caso, es una dejación total de sus funciones, responsabilidades y obligaciones. No es fácil predecir cómo y cuando saldremos de esta crisis. Pero una cosa es segura: en un futuro no lejano volverán, ustedes, los políticos, a crear las condiciones para otra nueva crisis. Aunque, repito, con nuestra aquiescencia, de miles o millones de ciudadanos, entre los que no me incluyo, que les seguirán votando. Para Milton Friedman, la Gran Depresión fue consecuencia de una fulminante contracción monetaria y crediticia permitida por la Reserva Federal. Lo que no se sabía es lo que sucedería cuando se iba al otro extremo, expandiendo el crédito fácil y el dinero barato. Ahora sabemos que el exceso de crédito promueve booms en serie y después quiebra bancos. La próxima crisis no será causada por las hipotecas suprime, ya estamos vacunados. Pero será otra forma de turbulencia ocasionada por la excesiva, o ineficiente, nunca deficiente, intervención gubernamental. Y eso no significa que el estado no deba estar presente en la economía, no. Pero debería ser algo así como el árbitro de fútbol cuya actuación no decidiera el resultado del partido, aunque sería imposible jugar sin él. El estado solo debe interferir en la marcha de la economía creando las condiciones para que esta se desarrolle libremente y genere prosperidad. Es una interferencia fundamental para impedir el abuso económico por parte de cárteles y monopolios, para ejercer el monopolio de la violencia, para garantizar la seguridad de los ciudadanos, además de proveer una educación fundamental de calidad y defender el territorio nacional. A lo que aspiramos, al menos yo, es a tener un estado fuerte, que no grande, que garantice el funcionamiento de una justicia independiente (que haga cumplir los contratos) y preserve los derechos de propiedad (el mas importante, el derecho a la vida). A partir de ahí, a vigilar que no se marquen goles en fuera de juego y a sancionar los penaltis, si lo hubiera.

2 comentarios:

  1. Querido Doctor, de nuevo un placer leerle, magnifica exposición, creo que usted y yo hemos llegado a nuestras actuales convicciones liberales por caminos paralelos, estoy deseando "comparar notas" con usted, tendremos ocasión de ello en nuestro ya cercano agape.

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  2. Muy bueno Nacho. A pesar de estar aquí y verlo todos los días, aportas puntos de vista para la reflexión y la concienciación de la ética política.

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