A propósito de ciertos planes de Lucio Sergio Catilina para
subvertir las leyes de la República y proclamarse Consul,
pronunció Cicerón en el año 63 a.C. un valeroso discurso
en el Senado romano denunciando los planes del conspirador y obligándole a abandonar sus planes y la ciudad.
En uno de
los pasajes mas significativos, denunciaba Cicerón
que "no faltan entre los senadores
quienes no ven los peligros inminentes o, viéndolos,
hacen como si no los vieran, los cuales, con sus opiniones conciliadoras, fomentan
las esperanzas de Catalinia y, por no dar crédito
a la conspiración
naciente, le dan fuerzas".
Casi al
inicio del discurso en el que destapaba las oscuras maquinaciones del
conjurador para presentarse como salvador de la patria, ya le había amonestado: "quiero
hablar contigo de modo que no parezca
que me inspiras el odio que mereces, sino la misericordia a la que no eres acreedor".
Cerraba
Cicerón este discurso («¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?»),
primero de otros tres que pronunciaría unos días después, con un deseo: "Márchate
Catilina para el bien de la República, para
desdicha y perdición tuya y de
cuantos son tus cómplices".
Substitúyase "senadores" por diputados, políticos y toda esa canalla y Catilinia por, permítaseme el chiste fácil, Catalino y cualquier
parecido con la realidad no es pura coincidencia ... con la España de hoy.
Dicen que
era Catilina un hombre brillante y audaz, pero también populista y demagogo, además
de cruel, ambicioso y sin escrúpulos.
Yo no
digo que sea Mas eso, pues hace mas de dos mil años
que murió. (*)
Ahora no
caigo, pero les puedo asegurar que me recuerda a un político ... ¡dita sea!
Buen pasaje el que nos trae a colación Doctor Nagarme. E ilustres protagonistas, sobre todo me refiero a Ciceron (y a Catilina si la comparamos con Mas x Menos = Menos). Con distintos formatos, la historia se repite; y si hablamos de la historia de Roma con más razón, pues no es baladí que el Derecho Romano siga siendo la piedra angular del Derecho moderno. Pero la historia también nos dice , que estamos condenados a repetirla.
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