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viernes, 9 de marzo de 2012

ENSEÑANZAS

Ha llegado un momento

en que he aprendido

a palparme las heridas sobre la ropa,

a dormir despierto,

a caminar cansado.



A escribir los versos sin papel

tumbado en la cama con los ojos cerrados,

como si rezase.

Perdiendo horas de sueño.



He aprendido a justificar

mis malos modos

y me he ido llenando

de arrepentimientos tardíos.



He visto perros grandes

guardar fincas viejas

y a los enfermos de hospital

madrugar mas que nadie.



Me he acercado mejor a Dios

desde la música sentida en el corazón

y no he conocido resentimiento

que aguantara un momento

de aflicción o ternura.



He aprendido

que al final sólo hay dos cosas:

la muerte y la vida.

La vida para los que mueren

y la muerte para los que olvidan.

3 comentarios:

  1. Joooodeeerrrr, qué nivel Rodrigo!!!! se nota que estás en un momento de relax y meditación, que has vuelto con nuevas perspectivas y prioridades.
    Bienvenido de nuevo a tu blog!!!

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  2. Querido don Rodrigo, me ha dejado usted los pelos de punta y las lagrimas muy cerca de los ojos. No sabe usted el vacio que deja entre nosotros, lo difil que se nos hace su ausencia. Cuando superemos las pruebas presentes solo quedara el privilegio de habernos conocido. Deseo de todo corazón que pronto este de vuelta cuidando sus viñedos. Le queremos.

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  3. Mis queridos amigos, agradezco sus palabras de ánimo y celebro que les haya gustado el poema. Saben de mi inclinación por las corrientes orientalistas y entre ellas una de sus máximas es que todo discurre, todo fluye, nada permanece.... todo pasa. Por eso no conviene celebrar el éxito desmedido ni acentuar la aversión en el fracaso, lo importante son las ENSEÑANZAS.

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