Al hilo del post de mi amigo Rodrigo Thandel, quiero hacer hincapié en las ideas de los liberales de siempre, donde el pobre desvalido e injustamente tratado, suele ser el terrorista, el provocador callejero, el okupa, el traficante de drogas y un largo etc...
Lo más increíble es que, el malo de la película es el policía, el empresario, el trabajador honrado y demás gentes de vida no disipada, cuyos problemas orbitan, alrededor de las preocupaciones diarias, que intentan sobrellevar con trabajo y esfuerzo.
No entiendo, que esa gente que siempre abandera la defensa de las libertades mal entendidas, es aquella cuya vida no se corresponde a la que predican, es una forma de actuar realmente farisea y repugnante, porque si defendiesen hasta las últimas consecuencias, los criterios que propugnan en las cenas de los viernes (en el restaurante con sus buenas copitas), sospecho que ese pensamiento tan generoso, universal y desinteresado, desaparecería antes de los postres.
Porque, imaginemos que un defensor de los terroristas, tiene la mala suerte de que en un atentado, su hijo fallezca, desintegrado en miles de trocitos, seguirá pensando que las ideas de cada uno, son defendibles por cualquier método?.
Si dejásemos que un Estado se rigiese sin gobiernos (como propugnan distintos movimientos anti-sistema), no quiero ni pensar en la carnicería que se produciría el mismo día de la independencia pueblo-gobierno.
Me aparece una imagen en la cabeza, la del Che, esa buena persona que luchó hasta la muerte por unos ideales...."prefiero morir de pie que vivir arrodillado"...si todos pensáramos igual que él, la guerra sería eterna y las disputas de toda índole, provocarían muertes y venganzas sin fin.
A todos estos defensores de lo indefendible, les invito a involucrarse en vida, con aquella causa que tanto defienden en el café, y por favor que dejen de intentar tener siempre la razón, aunque les pese, no son de los buenos....
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